1. Indicar el tipo de texto y justificarlo de forma general. Ejemplo: por su estructura externa y por el canal en el que ha aparecido e un texto periodístico; por el tema que trata puede ser considerado un texto humanístico.
2. Indicar el género y subgénero y justificarlo, en el caso de los textos periodísticos. Por ejemplo, pertenece al género de opinión ya que el periodista expresa su punto de vista sobre el tema.
3. Señalar las características comunicativas. ¿Os acordáis del esquema de la comunicación? Emisor, receptor, mensaje, canal, contexto... Pues hay que precisar como mínimo quién es el emisor y el receptor. Relacionado con esto, hay que señalar la intención del emisor y, por tanto, las funciones del lenguaje que aparecen (justificadas).
4. Señalar y justificar de forma general la modalidad textual principal y, si es posible, la/s secundarias.
5. Analizar los rasgos lingüisticos que se relacionan con el tipo de texto y la modalidad. No se aceptan listados que no se relacionen claramente con la objetividad/subjetividad del texto y, por tanto, con la modalidad o el tipo. De todos ellos hay que aportar un ejemplo.
Habiendo de tratar del Nuevo Mundo, o de la mejor y más principal parte
ResponderEliminarsuya, que son los reinos y provincias del imperio llamado Perú, de cuyas
antiguallas y origen de su reyes pretendemos escribir, parece que fuera justo,
conforme a la común costumbre de los escritores, tratar aquí al principio si
el mundo es uno solo, o si hay muchos mundos, si es llano o redondo, y
si también lo es el cielo redondo o llano. Si es habitable toda la tierra o no,
más de las Zonas templadas: si hay paso de la una templada a la otra; si hay
antípodas y cuáles son; de las cuales y otras cosas semejantes los antiguos
filósofos muy larga y curiosamente trataron, y los modernos no dejan de platicar y
escribir, siguiendo cada cual la opinión que más le agrada. Mas porque no es
aqueste mi principal intento, ni las fuerzas de un indio pueden presumir tanto;
y también porque la experiencia, después que se descubrió lo que llaman Nuevo
Mundo, nos ha desengañado de la mayor parte de estas dudas, pasaremos
brevemente por ellas por ir a otra parte, a cuyos términos finales temo no
llegar; mas, confiado en la infinita misericordia, digo que a lo mejor se podrá
afirmar que no hay más que un mundo, y aunque llamamos Mundo Viejo y
Mundo Nuevo es por haberse descubierto éste nuevamente para nosotros, y
no porque sean dos, sino todo uno